inteligencia naturalista
inteligencia naturalista
La teoría de las inteligencias múltiples dada a conocer por Howard Gardner ha sido, desde que se difundió en los años 80, una de las propuestas de investigación e intervención en psicología que más interés han generado a pie de calle.
En un principio los tipos de inteligencia propuestos por Gardner fueron 7, pero doce años después de la publicación de la obra que los daría a conocer, el autor presentó otro elemento para este listado. Se trataba de la inteligencia naturalista, conocida también como el octavo tipo de inteligencia.

Confusiones alrededor de la inteligencia naturalista
La inteligencia naturalista se presenta a confusiones justamente por la referencia al mundo natural que se hace en su conceptualización.
Mientras que en las definiciones del resto de las inteligencias propuestas por Howard Gardner se pone mucho énfasis en su condición de capacidad para los procesos mentales, la idea de inteligencia naturalista parece darle mucha importancia al tipo de información con la que esta trabaja, y no solo a lo que se hace con esa información. Se explica lo formal de esta inteligencia en tanto que proceso, pero también se habla de los contenidos específicos que trata: aquellos elementos de la naturaleza que hemos de identificar y aprovechar en nuestro beneficio, las particularidades anatómicas de cada una de las plantas y animales que examinamos, etc.
Dicho de otro modo, mientras que sabemos que la inteligencia lógico-matemática se activará siempre que nos planteemos un reto lógico y matemático y que la inteligencia espacial tendrá un papel siempre que concibamos algo que pueda imaginarse en un plano bidimensional o el 3D, parece que la inteligencia naturalista solo trabajará con un tipo de contenidos muy concretos: los que estarían vinculados a los entorno naturales o a todas las formas de vida que provienen de ellos.
El papel de lo natural en la octava inteligencia
Sin embargo, y contrariamente a lo que muchas veces se cree, la inteligencia naturalista no hace referencia solo a la flora, la fauna y aquello que encontramos en entornos vírgenes. Parte de esta confusión podría venir del hecho de que en un principio Gardner explicó muy vagamente en qué consistía este nuevo tipo de inteligencia, dedicándole apenas unas líneas, y en ellas no habló tanto de la inteligencia naturalista como de "la inteligencia de los naturalistas".
Las menciones al entorno natural servían para crear una imagen potente que sirviera para ejemplificar en pocas líneas en qué consistía este nuevo concepto. Así pues, aunque Gardner habló sobre la capacidad para llegar a conocer bien el entorno natural, también aclaró que tal y como él la entendía también estaba implicada en el reconocimiento y clasificación de todo tipo de objetos y artefactos: coches, zapatillas...
Es por eso que la inteligencia naturalista estaría definida, más que por ser un reflejo de nuestra capacidad para aprender de entornos naturales, por ser un reflejo de nuestra capacidad de aprender acerca de todo tipo de entornos y de interactuar adecuadamente con los elementos que hay disponibles en ellos.
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