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organización de un país
Ahora vas a conocer cómo se forma el territorio que ocupa un país y qué características se tienen en cuenta para describir un territorio.
Los países son realidades complejas y cambiantes que difícilmente puedan conocerse leyendo unas pocas páginas. Sin embargo, algunos temas y conceptos que vas a estudiar te ayudarán a comprender un poco más la realidad en que vivimos.
Te proponemos que mires el siguiente video sobre la organización de un país. Presta atención a las ideas principales:

sistema económico
sistema económico colombiano
en Colombia el sistema económico establecido es el capitalismo mixto.(capitalismo mixto es un sistema económico en el cual la operación de libre mercado está directamente bajo la influencia del Estado, claro en cierto grado. Ya que cuenta con la propiedad privada de algunos de los recursos y otros recursos de propiedad pública.) En efecto, la gran mayoría de las organizaciones productivas están en manos del sector privado, pero también las hay de capital mixto, o sea del sector público y privado, y empresas públicas y en la toma de decisiones también participan los sectores público y privado.En la actividad productiva de bienes y servicios tiene el Estado Colombiano por mandato constitucional que intervenir “en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes y en los servicios públicos y privados”, (artículo 334) y sobre la educación y la salud se lee en el artículo 356 que “los recursos del situado fiscal se destinarán a financiar la educación preescolar, primaria, secundaria y media y la salud, en los niveles que la ley señale, con especial atención a los niños”. Los servicios públicos podrán ser prestados por el Estado directa o indirectamente, por comunidades organizadas o por particulares...”, artículo 365.Con respecto a la toma de decisiones, La Constitución de 1991 le señala al Estado la tarea y la responsabilidad de dirigir la economía. En efecto, en el artículo 334 se dice “La dirección general de la economía estará a cargo del Estado... El Estado, de manera especial, intervendrá para dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar que todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso efectivo a los bienes y servicios básicos. También para promover la productividad y la competitividad y el desarrollo armónico de las regiones”
sistema político
Nuestro sistema político es resultado de un proceso histórico
“los antiguos griegos, a quien NO se metía en política lo llamaban idiotés; una palabra que significa persona aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las pequeñeces de su casa y manipulada a fin de cuentas, por todos”. Tomado y adaptado de Política para Amador de Fernando Savater.
Nuestro sistema político esta conformado por:
-los ciudadanos y ciudadanas
-los partidos y movimientos políticos
-La Constitución política
-La estructura de poder del ESTADO, las ramas del poder público
Cada una de estas partes tiene un rol, una funciones que cumplir para que el sistema funcione, por ejemplo los ciudadanos y ciudadanas deben participar democráticamente, no hacerlo significa perder la posibilidad de decidir.
“los antiguos griegos, a quien NO se metía en política lo llamaban idiotés; una palabra que significa persona aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las pequeñeces de su casa y manipulada a fin de cuentas, por todos”. Tomado y adaptado de Política para Amador de Fernando Savater.
Los Ciudadanos y ciudadanas. Aunque hacen parte del Estado, son el elemento central de la política porque son el constituyente primario. Como tal, participan en las decisiones que buscan mejorar la sociedad colombiana.
Los partidos y movimientos políticos. Son las organizaciones de personas que comparten ideales políticos con los cuales aspiran a participar en el poder público.
La Constitución Política. Es el conjunto de principios fundamentales y las normas que rigen nuestro país.
La estructura de poder del Estado. Esta estructura está conformada por las ramas del poder público, es decir por las ramas Legislativa, Ejecutiva y Judicial.
la tradicion
Este modo está definido en el artículo 740 del Código Civil como la entrega que el dueño hace de las cosas a otro con lafacultad e intención de transferir el dominio y la capacidad e intención de adquirirlo. Lo mismo que se dice del dominio se puede decir de los demás derechos reales.
ELEMENTOS DE LA TRADICION
EL OBJETO: Debe existir una identidad del objeto.
2. CARACTERISTICAS DE LA TRADICION
a) Es un modo derivado, lo que se desprende de su misma definición.
b) Puede darse a título gratuito, como cuando es precedida por una donación, o a título oneroso, cuando la antecede una venta, una permuta, etc.
c) Por la tradición se pueden adquirir, además del dominio, los demás derechos reales, e inclusive, los derechos personales, con excepción de los llamados personalísimos, que por ser intuitu personae, no pueden ser traditados.
d) la tradición es una convención, no un contrato. Aquella tiene por función crear, modificar o extinguir obligaciones; este solamente las crear Con la tradición se extinguen obligaciones, pero no se crean. El vendedor contrae la obligación de entregar, y cuando entrega se extingue la obligación y se presenta la tradición
la autoridad
Permitir que el poder desplace o aplaste a la autoridad es lo que ha conducido al país a la terrible situación en que se encuentra hoy. Nuestra tragedia nace de la manera como el puro poder el extra-legal, el para-legal o, peor aún, el ilegal; el de la insolencia y el del soborno; el del abuso y el de la explosión priva ya en todas las esferas de la actividad ciudadana sobre el tranquilo mandato de la ley.
En su estudio sobre el tema, Hannah Arendt dice que la verdadera autoridad es incompatible tanto con la fuerza como con la persuasión. Y Mommsen sostiene que es algo más que un consejo pero mucho menos que una orden; o, mejor aún, un consejo que resulta peligroso ignorar . Esto significa que la autoridad excluye tanto la coerción como la argumentación.
En efecto, la autoridad debe ser simplemente obedecida, y no discutida; voluntariamente aceptada, y no impuesta a través de la coacción. Cuando aparece la fuerza, es porque ha fracasado la autoridad. Cuando la autoridad es debatida o rebatida es porque está en suspenso o se ha dejado de ejercer. Si la autoridad se rebaja a la polémica, es la anarquía. Si se confunde con la fuerza, es la arbitrariedad. En Colombia hay de ambas cosas: demasiada polémica y demasiada arbitrariedad.
Para empezar, la autoridad, al permitir que fuera cuestionada, controvertida y manoseada, dejó un vacío que llenó el poder. Hoy el país está padeciendo de un terrible desbordamiento de poder. En Colombia todo el mundo tiene poder aunque eso no signifique que tenga legitimidad.
Un sujeto con una varilla, con una puñaleta o con un revólver en la mano, que intimida a los demás para robar, tiene poder. Como lo tiene el sicario que a mansalva hacer llover plomo sobre la víctima que ni siquiera lo ve. Naturalmente tienen un inmenso poder los carteles de la droga, los paramilitares, los Pepes y, más que nadie, Pablo Escobar. Los sobornos, las bombas y los ametrallamientos dan fe respecto a cuál es su horrenda y devastadora magnitud.
La guerrilla , por supuesto, está igualmente inflada de poder. En ella matar, asaltar, secuestrar o extorsionar se ha vuelto ya discrecional. Dispone como le viene en gana de las vidas, la hacienda y la libertad de los demás. Quién, ciertamente, no tiembla ante la agresividad de un matón? Y hay un enorme poder económico, consecuencia no tanto de la riqueza como de su exagerada concentración. Quien usa de ese poder para atropellar al débil, aplastar a la competencia o corromper, obliga a otros a que hagan lo que no deben o no quieren hacer. El monopolio y el cohecho son dos poderosos argumentos para invalidar la ley o torcer su voluntad.
Por otra parte, no en balde se le llama a la prensa, con cierta suspicacia, el cuarto poder . Desde los medios se puede ejercer un inmenso poder. El de informar, que es sano; el de tergiversar, que es malintencionado; y el de silenciar, que es ruin.
Pero además, aun quienes ya detentan el mando pueden inclinarse más por el poder que por la autoridad y no ejercer la prerrogativa natural y tranquila que se desprende de su jerarquía y condición. Eso ocurre cuando se utilizan los recursos públicos o la capacidad de nombrar no para el bien común sino para un sesgado fin electorero o particular. Cuando hay cinismo en el gobierno, se gana poder pero se pierde autoridad.
Del mismo modo, en la ramas judicial y de control hay muy poca justicia pero mucho poder. Tenemos demasiadas Cortes, demasiados Consejos, demasiadas instancias y un ya excesivo número de organismos y funcionarios de fiscalización, en propiedad y ad-hoc, que se acusan y se recusan mutuamente en una larga y vanidosa batalla primero por las investiduras y ahora por la jurisdicción.
Es más: episodios como el del allanamiento al Concejo de Bogotá hacen pensar que podríamos estar volviendo a las negras épocas de la justicia-espectáculo, en las que el estrépito era más importante que la legalidad. Ciertamente, en la manera como fueron detenidos los concejales iba, implícita, su anticipada condenación. El aparatoso despliegue de metralletas, y de televisión, le hizo pensar a la opinión pública, equivocada e innecesariamente, que se trataba de delincuentes ya convictos y de altísima peligrosidad. Tal distorsión llevó a que en un medio de comunicación se calificara a la Fiscal delegada de heroína , como si hubiese capturado a Tirofijo o a Pablo Escobar. Creo que en ese incidente, no solo por obra de las declaraciones posteriores del Fiscal General sino también del desproporcionado procedimiento que fue utilizado, se prejuzgó. Lamentablemente, allí la autoridad se convirtió en poder nudo que se desmandó.
el mercadeo
eter Michael McKinley, el embajador de Estados Unidos en Colombia, fue protagonista de primer orden en el proceso de aprobación del Tratado de Libre Comercio entre los dos países, que esta semana terminó con éxito, tras la votación favorable en el Congreso de la nación de Norteamérica.
McKinley asegura que el acuerdo comercial traerá "más oportunidades de hacer proyectos a mediano y a largo plazo e inversiones que generen mucho más empleo en ambos países y más ingresos para las compañías".
Por eso, responde a las voces críticas del TLC, la negociación dejó protegidos a los sectores más vulnerables, especialmente el agrícola colombiano. Y pregunta por qué se teme que el campo sea acabado por los productos de su país y no se alerte lo mismo sobre las importaciones que llegan de Argentina o de Canadá.
¿Cómo fue usted tan certero en el vaticinio de que el TLC estaría aprobado antes del final de octubre?
"Tuve suerte en términos de adivinar la fecha. Lo cierto es que desde el comienzo del año se perfilaba la decisión de la Casa Blanca de buscar ratificación para los tres acuerdos comerciales, con Colombia, Panamá y Corea del Sur. Eso se trabajó arduamente a través de los meses y llegando a mitad de año se habían completado todas las discusiones con los gobiernos y concertación con los líderes de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos sobre cómo seguir con el proceso, así que el tema quedó en conseguir el mejor momento para presentar los tratados. Cuando fue evidente, en el verano, que había un apoyo bipartidista fuerte para los tres acuerdos, comencé a ser optimista de que esto se resolvía antes de fin de año y de que con lo discutido y programado había una buena posibilidad de hacerlo antes del fin de octubre".
¿Por qué Estados Unidos empezó a ver a Colombia como un socio comercial importante?
"En los últimos 5 o 7 años, Colombia se ha vuelto un socio cada vez más importante para Estados Unidos en términos comerciales. Para 2010 Colombia ya era el mercado número 20 más relevante para Estados Unidos a nivel mundial y en América Latina ya era el tercero, después de México y Brasil. Además, es un mercado creciente, porque la fuerza económica está a la vista: 45 millones de consumidores, crecimiento sostenido de cinco por ciento o más, visto bueno de las calificadoras de riesgo y con acceso y negociaciones con mercados como los de la Unión Europea, Canadá, Mercosur y los países del Pacífico. El panorama del país se está abriendo, así que se ha vuelto un mercado de gran potencial. Este acuerdo lo que hace es nivelarnos las condiciones para competir con los otros surtidores y países que tienen interés en Colombia y no pedimos nada más. Los otros acuerdos que negoció o está negociando estaban haciendo que se quitaran aranceles y que los productos estadounidenses quedaran por encima de esos niveles; ahora podremos ser más competitivos en varios sectores".
¿Cambiarán las relaciones de los mercados, en especial la llegada de productos y empresas estadounidenses?
"Los análisis de crecimiento aplican para ambos países. Este año estamos viendo una tasa de crecimiento de las exportaciones de Colombia hacia E. U. del orden del 27 por ciento y las de mi país a Colombia, aun con barreras arancelarias, han crecido un 15 por ciento. Lo que se perfila es que habrá mayor demanda para productos norteamericanos, pues a través de décadas ya tenemos establecidas buenas relaciones con sectores y con empresas, especialmente en hidrocarburos, exploración de petróleo y gas natural, carbón, informática, autos y sector aéreo; ahora hay que buscar las oportunidades que se van a presentar en otras áreas, en un mercado que crece".
¿Qué otros sectores económicos pueden llegar desde Estados Unidos? ¿Ya hay empresas que piensen venir?
"Lo que ha pasado es un reflejo en el cambio de las economías de América Latina y de cómo el mundo ve el potencial de esta región y particularmente de Colombia. Hay que despertar el interés de inversionistas sobre las variadas oportunidades que se están dando en una economía que se está diversificando y que se está volviendo más compleja y más competitiva. Si fuera adivino, podría buscar las inversiones yo mismo, pero de lo que estoy seguro es que muchas compañías americanas, ahora que se han destrabado los aranceles y que esta nación se ve más competitiva, van a buscar oportunidades aquí y las compañías colombianas van a estar buscando qué relaciones comerciales les sirven para su crecimiento. Ya hay intereses de compañías importantes en la banca, en seguros y habrá mucho interés en el sector de servicios".
¿Qué va a pasar en Colombia en el corto plazo, cómo se sentirá la entrada en vigencia del TLC?
"El Tratado no se puede ver de forma aislada. En los cinco años en que hemos estado a la espera de su ratificación, la situación económica en Colombia ha cambiado dramáticamente y en estos momentos el país ya tiene TLC negociados con otros poderes económicos importantes y tendrá en 2014 relaciones comerciales sólidas con todos los mercados importantes del mundo; así que el acuerdo con E.U. es parte de una estrategia mayor, que inserta a Colombia en la economía global. Obviamente, en este momento la relación más importante de Colombia es con E.U. y lo que esperamos es que haya más oportunidades de hacer proyectos a mediano y a largo plazo y que haya inversiones que generen mucho más empleo en ambos países y más ingresos para nuestras compañías".
Sectores productivos colombianos se sienten desprotegidos ante el TLC y en general el país cree que no está preparado en infraestructura para responder al tratado. ¿E.U. apoyará a Colombia para desarrollar las áreas en que necesita mejorar para ser más competitivo?
"Los sectores colombianos no están desprotegidos. El tratado incluye una disminución gradual de las protecciones arancelarias para los productos colombianos, especialmente en el sector agrícola, como en los arroces y en avicultura; además, hay cuotas que impiden que se exporte de forma que se afecte a estos sectores en los primeros años. A través de las negociaciones se tuvo en cuenta la protección de los sectores frágiles. Sobre el apoyo a Colombia, en los últimos años nuestra asistencia está menos enfocada a cuestiones de seguridad y narcotráfico y más a apoyos de carácter institucional y de desarrollo. Este año hemos trabajado en forma estrecha en iniciativas del Ministerio de Agricultura y con las oficinas encargadas de proteger el medio ambiente y queremos apoyar los planes de consolidación nacional en zonas marginales o no plenamente integradas a la economía nacional. Lo impresionante de Colombia es que en este momento hay un gobierno que está haciendo una inversión a largo plazo en infraestructura, red vial, sistema portuario y que en general hay un fuerte desarrollo social, de tierras, una mejora sustancial en la red de telecomunicaciones e informática y un potencial gigantesco en términos hidroeléctricos, así que el apoyo de E.U. seguirá presente".
¿Qué mensaje envía a esos sectores que se sienten más temerosos por la aprobación del TLC?
"Que se tomó muy en cuenta la importancia de no hacerles daño a los sectores agrícolas colombianos. La realidad es que el TLC da protecciones a varios subsectores y eso se va a respetar. También hay que ver que Estados Unidos no es el único mercado que vende productos agropecuarios a Colombia, porque el país no se autoabastece. A través de los últimos dos años, se concluyeron acuerdos sobre arreglos arancelarios con, por ejemplo, Canadá y países del Mercosur; por ellos Estados Unidos perdió terreno en los mercados de trigo, maíz y soya, porque Colombia importó de manera más económica de Argentina y de otros sitios".
McKinley asegura que el acuerdo comercial traerá "más oportunidades de hacer proyectos a mediano y a largo plazo e inversiones que generen mucho más empleo en ambos países y más ingresos para las compañías".
Por eso, responde a las voces críticas del TLC, la negociación dejó protegidos a los sectores más vulnerables, especialmente el agrícola colombiano. Y pregunta por qué se teme que el campo sea acabado por los productos de su país y no se alerte lo mismo sobre las importaciones que llegan de Argentina o de Canadá.
¿Cómo fue usted tan certero en el vaticinio de que el TLC estaría aprobado antes del final de octubre?
"Tuve suerte en términos de adivinar la fecha. Lo cierto es que desde el comienzo del año se perfilaba la decisión de la Casa Blanca de buscar ratificación para los tres acuerdos comerciales, con Colombia, Panamá y Corea del Sur. Eso se trabajó arduamente a través de los meses y llegando a mitad de año se habían completado todas las discusiones con los gobiernos y concertación con los líderes de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos sobre cómo seguir con el proceso, así que el tema quedó en conseguir el mejor momento para presentar los tratados. Cuando fue evidente, en el verano, que había un apoyo bipartidista fuerte para los tres acuerdos, comencé a ser optimista de que esto se resolvía antes de fin de año y de que con lo discutido y programado había una buena posibilidad de hacerlo antes del fin de octubre".
¿Por qué Estados Unidos empezó a ver a Colombia como un socio comercial importante?
"En los últimos 5 o 7 años, Colombia se ha vuelto un socio cada vez más importante para Estados Unidos en términos comerciales. Para 2010 Colombia ya era el mercado número 20 más relevante para Estados Unidos a nivel mundial y en América Latina ya era el tercero, después de México y Brasil. Además, es un mercado creciente, porque la fuerza económica está a la vista: 45 millones de consumidores, crecimiento sostenido de cinco por ciento o más, visto bueno de las calificadoras de riesgo y con acceso y negociaciones con mercados como los de la Unión Europea, Canadá, Mercosur y los países del Pacífico. El panorama del país se está abriendo, así que se ha vuelto un mercado de gran potencial. Este acuerdo lo que hace es nivelarnos las condiciones para competir con los otros surtidores y países que tienen interés en Colombia y no pedimos nada más. Los otros acuerdos que negoció o está negociando estaban haciendo que se quitaran aranceles y que los productos estadounidenses quedaran por encima de esos niveles; ahora podremos ser más competitivos en varios sectores".
¿Cambiarán las relaciones de los mercados, en especial la llegada de productos y empresas estadounidenses?
"Los análisis de crecimiento aplican para ambos países. Este año estamos viendo una tasa de crecimiento de las exportaciones de Colombia hacia E. U. del orden del 27 por ciento y las de mi país a Colombia, aun con barreras arancelarias, han crecido un 15 por ciento. Lo que se perfila es que habrá mayor demanda para productos norteamericanos, pues a través de décadas ya tenemos establecidas buenas relaciones con sectores y con empresas, especialmente en hidrocarburos, exploración de petróleo y gas natural, carbón, informática, autos y sector aéreo; ahora hay que buscar las oportunidades que se van a presentar en otras áreas, en un mercado que crece".
¿Qué otros sectores económicos pueden llegar desde Estados Unidos? ¿Ya hay empresas que piensen venir?
"Lo que ha pasado es un reflejo en el cambio de las economías de América Latina y de cómo el mundo ve el potencial de esta región y particularmente de Colombia. Hay que despertar el interés de inversionistas sobre las variadas oportunidades que se están dando en una economía que se está diversificando y que se está volviendo más compleja y más competitiva. Si fuera adivino, podría buscar las inversiones yo mismo, pero de lo que estoy seguro es que muchas compañías americanas, ahora que se han destrabado los aranceles y que esta nación se ve más competitiva, van a buscar oportunidades aquí y las compañías colombianas van a estar buscando qué relaciones comerciales les sirven para su crecimiento. Ya hay intereses de compañías importantes en la banca, en seguros y habrá mucho interés en el sector de servicios".
¿Qué va a pasar en Colombia en el corto plazo, cómo se sentirá la entrada en vigencia del TLC?
"El Tratado no se puede ver de forma aislada. En los cinco años en que hemos estado a la espera de su ratificación, la situación económica en Colombia ha cambiado dramáticamente y en estos momentos el país ya tiene TLC negociados con otros poderes económicos importantes y tendrá en 2014 relaciones comerciales sólidas con todos los mercados importantes del mundo; así que el acuerdo con E.U. es parte de una estrategia mayor, que inserta a Colombia en la economía global. Obviamente, en este momento la relación más importante de Colombia es con E.U. y lo que esperamos es que haya más oportunidades de hacer proyectos a mediano y a largo plazo y que haya inversiones que generen mucho más empleo en ambos países y más ingresos para nuestras compañías".
Sectores productivos colombianos se sienten desprotegidos ante el TLC y en general el país cree que no está preparado en infraestructura para responder al tratado. ¿E.U. apoyará a Colombia para desarrollar las áreas en que necesita mejorar para ser más competitivo?
"Los sectores colombianos no están desprotegidos. El tratado incluye una disminución gradual de las protecciones arancelarias para los productos colombianos, especialmente en el sector agrícola, como en los arroces y en avicultura; además, hay cuotas que impiden que se exporte de forma que se afecte a estos sectores en los primeros años. A través de las negociaciones se tuvo en cuenta la protección de los sectores frágiles. Sobre el apoyo a Colombia, en los últimos años nuestra asistencia está menos enfocada a cuestiones de seguridad y narcotráfico y más a apoyos de carácter institucional y de desarrollo. Este año hemos trabajado en forma estrecha en iniciativas del Ministerio de Agricultura y con las oficinas encargadas de proteger el medio ambiente y queremos apoyar los planes de consolidación nacional en zonas marginales o no plenamente integradas a la economía nacional. Lo impresionante de Colombia es que en este momento hay un gobierno que está haciendo una inversión a largo plazo en infraestructura, red vial, sistema portuario y que en general hay un fuerte desarrollo social, de tierras, una mejora sustancial en la red de telecomunicaciones e informática y un potencial gigantesco en términos hidroeléctricos, así que el apoyo de E.U. seguirá presente".
¿Qué mensaje envía a esos sectores que se sienten más temerosos por la aprobación del TLC?
"Que se tomó muy en cuenta la importancia de no hacerles daño a los sectores agrícolas colombianos. La realidad es que el TLC da protecciones a varios subsectores y eso se va a respetar. También hay que ver que Estados Unidos no es el único mercado que vende productos agropecuarios a Colombia, porque el país no se autoabastece. A través de los últimos dos años, se concluyeron acuerdos sobre arreglos arancelarios con, por ejemplo, Canadá y países del Mercosur; por ellos Estados Unidos perdió terreno en los mercados de trigo, maíz y soya, porque Colombia importó de manera más económica de Argentina y de otros sitios".
el mercado el estado mixto
El capitalismo o economía de mercado
Este sistema económico se caracteriza porque el mecanismo de toma de decisiones es el mercado, en el que se encuentran los consumidores y los productores y se establecen los precios de todos los intercambios: factores productivos, bienes y servicios. Estos precios juegan un papel fundamental como brújula que orienta las decisiones tanto de los consumidores como de las empresas, y determinan los bienes que se producen, la tecnología que se utiliza y el reparto de la producción.
El Sector Público no interviene directamente en la vida económica, pero establece las leyes e instituciones que permiten el libre funcionamiento de los mercados, entre ellas la existencia de la propiedad privada de los factores de producción, sin la cuál no podría existir este sistema económico.
Un ejemplo aclarará el funcionamiento del mercado como mecanismo de asignación de recursos o toma de decisiones. Pensemos en el mercado inmobiliario y su comportamiento en las dos últimas décadas, y observemos cómo se ha decidido qué y cuánto producir, cómo y para quién.
Qué producir: numerosas familias querían comprar un piso o un adosado, alentadas por la facilidad del crédito y las ventajas fiscales, y acudían a solicitarlos a las agencias inmobiliarias. Éstas trasladaban las solicitudes a los constructores o a los particulares que deseaban vender un piso. Esta información sobre los deseos de compra actuaba como señal para las empresas constructoras, que aprovechaban la posibilidad de aumentar sus beneficios construyendo nuevas urbanizaciones, que podían vender a precios cada vez mayores, dado el creciente número de peticiones de compra.
La decisión acerca del tipo de vivienda y la cantidad construída cada año es el resultado de la interacción de las solicitudes de los consumidores y la respuesta de las empresas a través del mercado. En el momento en que los consumidores reducen sus peticiones de vivienda, como ha ocurrido tras la crisis financiera, la respuesta de las constructoras es reducir su producción, acomodándola a los deseos de compra.
Cómo producir: en el sistema de mercado esta cuestión la resuelven las empresasguiadas por su objetivo de obtención de máximo beneficio, por lo que tienen en cuenta los precios de los bienes y los factores. Así las empresas constructoras han elegido mayoritariamente utilizar mano de obra de personas inmigrantes, dispuestas a vender su fuerza de trabajo en peores condiciones, ya que sus posibilidades de elección son menores que las de los nacionales.
Para quién producir: los precios resultantes de la interacción en el mercado de compradores y vendedores determinan para quién es el producto. Todo aquel que pueda pagar una vivienda la tendrá, pero no así los que no disponen de dinero suficiente para su compra. En España hemos visto lo desorbitado de los precios de este bien básico, que ha impedido que una parte importante de la población haya podido comprar un piso.
A. Smith, partidario del sistema de mercado libre, al que consideraba el "orden natural" de organización económica, utilizó la metáfora de la mano invisible para describir la asignación de recursos por el mercado, tal como se expresa en la siguiente cita extraída de La riqueza de las naciones (1776):
“Cada individuo está siempre esforzándose para encontrar la inversión más beneficiosa para cualquier capital que tenga ...] Al orientar esa actividad de modo que produzca un valor máximo, él busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros, una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en su propósitos ...] Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo.”
La metáfora de la "mano invisible" quiere decir que en el sistema de mercado no hay nadie concreto, ningún plan central o autoridad, que decida lo que se va a producir y en qué cantidad. Los consumidores, mediante sus intenciones de compra, indican a las empresas lo que deben fabricar y llevar al mercado.
Junto con A. Smith, los defensores del liberalismo económico resaltan como ventaja fundamental de este sistema la formación de los precios, que proporcionan la información necesaria a los individuos para que tomen sus decisiones y actúan como incentivo para lograr la eficiencia, y no despilfarrar los recursos. Si, además, el número de empresas es suficientemente grande y existe competencia entre ellas, los precios serán los más bajos posibles, beneficiando los intereses de los consumidores. El resultado es el mayor bienestar social posible, a partir del egoísmo individual, de la búsqueda del interés propio. Todo ello acompañado de la máxima libertad individual: tanto los consumidores como las empresas eligen libremente qué consumir o qué producir, en función de sus preferencias y de sus presupuestos.
Los detractores del mercado libre, por su parte, señalan una serie de inconvenientes del sistema:
- El reparto desigual de la riqueza, de la propiedad de los factores productivos, conduce a una desigual distribución de la renta, que agranda las diferencias entre ricos y pobres.
- El mercado sólo es eficiente si existen muchas empresas que compiten entre sí. La realidad, sin embargo, muestra que las empresas se comportan estratégicamente para adquirir poder de mercado y evitar la competencia, guiadas por el objetivo de conseguir el máximo beneficio. La consecuencia es el dominio de los mercados por unas pocas empresas que llevan a situaciones ineficientes desde el punto de vista social y a un menor bienestar colectivo.
- La persecución del objetivo de máximo beneficio de las empresas hace que elijan las tecnologías más baratas, a pesar de que puedan llevar al agotamiento de los recursos naturales o a emitir un exceso de contaminación ambiental. En este caso, el problema es que al tomar sus decisiones las empresas sólo tienen en cuenta sus costes económicos individuales, y no los costes sociales.
- La libertad de los consumidores es puesta en entredicho debido a dos factores: la capacidad de persuasión de la publicidad, que crea necesidades artificiales; y la falta de libertad de los más pobres, que no tienen dinero para acudir al mercado.
La planificación central
En el extremo opuesto se encuentra el sistema económico de planificación central, en el que las decisiones fundamentales las toma la autoridad económica central, esto es, el Estado, que establece los precios de los factores productivos y de los bienes y servicios, dirige el funcionamiento de la economía y controla el poder económico. A través de la planificación económica se fijan los objetivos a alcanzar y se reparten las tareas entre las fábricas y centros de producción, de propiedad estatal o colectiva.
Los bienes y servicios obtenidos se distribuyen entre todos los miembros de la sociedad. Bajo este sistema, por tanto, los agentes económicos básicos del mercado, los consumidores y las empresas, carecen de iniciativa y se limitan a cumplir con los planes estatales.
Desde un punto de vista político-ideológico este sistema se corresponde con la corriente marxista, y sus defensores destacan como principal ventaja una distribución de la renta más igualitaria que en el sistema capitalista, asegurando trabajo, vivienda, educación y sanidad gratuitos para toda la sociedad.
Los detractores del sistema, por su parte, señalan sus inconvenientes:
- El control estatal de los precios y los salarios elimina los incentivos del mercado, desmotivando a las empresas a reducir costes y a los trabajadores a aumentar su productividad. El resultado es la ineficiencia del sistema o despilfarro de recursos.
- La necesidad de coordinar y controlar toda la actividad económica de manera centralizada, exige un gran aparato administrativo, la Agencia Económica Central, y lleva a una burocratización creciente, con múltiples errores en la recogida de información y la consecuente planificación.
- La ausencia de libertad individual en la toma de decisiones económicas.
Sistema económicos mixtos
Los dos sistemas económicos descritos son opuestos. Mientras en el sistema capitalista el protagonismo fundamental lo tienen los consumidores y las empresas a través del sistema de precios que fijan los mercados, en el sistema de planificación central es el Estado el protagonista absoluto de la organización económica.
Pero ambos sistema se han descrito teóricamente, en sentido puro. En la realidad, nunca han existido tales extremos.
En los economías capitalistas, en menor o mayor medida, existen sectores donde el Estado cumple una función importante como regulador y corrector del mecanismo del mercado, y asume algunas actividades económicas a través de las empresas públicas.
De igual forma, en las economías de planificación central suelen dejarse parcelas gobernadas por el mercado.
Lo que tenemos en la realidad son sistemas económicos mixtos que se acercan más o menos a los extremos expuestos.
Por ejemplo, el modelo económico de Estados Unidos se acerca más al sistema de mercado puro que los sistemas europeos, en los que tradicionalmente el Estado ha tenido un mayor protagonismo económico.
Un caso destacado de sistema económico mixto es el llamado Estado del Bienestar, dentro de las economías basadas en el mercado. Este modelo se ha desarrollado principalmente en los países del norte de Europa después de la segunda guerra mundial, inspirado por las ideas de Keynes. Se caracteriza por una fuerte intervención estatal en la vida económica, que persigue la protección social de todos los ciudadanos y una distribución de la renta más justa que la producida por el capitalismo puro. Políticamente se corresponde con la corriente de pensamiento socialdemócrata.
Resumen de los sistemas económicos
Una de las características relevantes que se desprende del estudio de los sistemas económicos es el papel que adopta en el mismo el Estado. Desde el capitalismo puro, en el que su intervención es prácticamente nula, hasta la planificación central, en la que es el protagonista absoluto, pasando por los distintos sistemas mixtos, más o menos próximos a los extremos.
A pesar de las diferencias existentes entre los distintos países, a lo largo de la historia del capitalismo se han sucedido épocas de mayor liberalismo y otras de gran intervencionismo estatal, en función de las condiciones económicas y de la ideología dominante.
Hasta la Gran Depresión de 1929, el Estado tuvo una intervención limitada al establecimiento de los derechos de propiedad y la provisión de bienes públicos básicos como las infraestructuras de comunicación y transporte o el ejército.
Después de la segunda guerra mundial, sin embargo, triunfaron las ideas keynesianas y los gobiernos de las economías occidentales tomaron un papel más activo en la vida económica: se nacionalizaron sectores básicos como la energía y el transporte aéreo y se construyó un sistema de protección social de los ciudadanos más débiles.
En la década de los años 70 del siglo XX, cuando la economía en estos países sufrió una fuerte crisis, se volvió a los planteamientos liberales y al laissez-fare, siguiendo las teorías del Premio Nobel de Economía M. Friedman, de la escuela de pensamiento monetarista: en mayor o menor medida los distintos gobiernos iniciaron el proceso contrario, privatizando las empresas públicas y desregulando los mercados.
Hoy día, tras el derrumbe de las economías comunistas y con el capitalismo mundial en crisis, estamos asistiendo a un retroceso de la protección social en la mayoría de los países desarrollados económicamente. El "rescate" de la banca privada por parte del Estado, ha abierto el debate sobre el funcionamiento del sistema de mercado y el papel del sector público, pero da la impresión de que la crisis es también ideológica. Quizás sea el momento de una renovación del pensamiento económico.
En la siguiente tabla se resumen los tres sistemas económicos estudiados y los mecanismos que utilizan para tomar las decisiones sobre qué, cómo y para quién producir.
| Sistema | Qué | Cómo | Para quién |
Capitalismo | Mercado: consumidores y empresas | Mercado: empresas | Mercado: para quien pueda pagar el precio |
Planificación central | Estado | Estado | Estado: para todos los miembros de la sociedad |
Estado del Bienestar | Mercado y Estado | Empresas y Estado | Mercado y Estado: para quien pueda pagar el precio, pero todos los ciudadanos tienen cubiertas las necesidades básicas |
democracia
Tipos de democracia
Existen diferentes tipos de democracia:
La democracia directa, en la cual el pueblo participa a través de asambleas, referendos o iniciativas ciudadanas.
La democracia liberal, interesada en la defensa de los derechos individuales y en la representación de los intereses ciudadanos por medio de agentes políticos participantes de las instituciones políticas.
La democracia representativa, en la cual los representantes del pueblo son escogidos por medio de elecciones libres, periódicas y organizadas por el propio Estado.
A nivel teórico, para que haya una democracia verdadera, se necesita de una confrontación de ideas, es decir que haya un sistema político que garantice la oposición. En la mayoría de los países esta oposición y confrontación ideológica se sostiene sobre un sistema en el que dialogan partidos políticos, gobierno y movimientos sociales, de acuerdo a la necesidad de incentivar la participación ciudadana.
Existen dos canales fundamentales a través de los cuales se pone en práctica la participación ciudadana en las sociedad democráticas; el primero es el de la representación y el segundo el de la participación directa. Entre más personas haya en un grupo, más difícil es hacer que todos se pongan de acuerdo para tomar una decisión. En el caso de un país con varios millones de habitantes, esto se hace virtualmente imposible. Por eso la democracia ha adoptado la figura de la representación, según la cual los individuos no participan en todas las decisiones colectivas, sino que participan en la escogencia de los representantes que se encargarán de tomar esas decisiones. Y para que la representación sea más sólida y rigurosa, nuestra democracia exige que esos representantes estén agrupados en organizaciones políticas que tengan unos proyectos, intereses, ideologías y puntos de vista definidos. Este tipo de organizaciones –denominadas partidos o movimientos políticos– constituyen una garantía para los electores, pues cuando se elige a un candidato que es miembro de un partido, se puede saber de antemano que esa persona, en su labor como representante en el gobierno, tendrá que ser fiel a los propósitos y principios del partido al que pertenece.
La democracia en Colombia
En Colombia, el primer presidente elegido según el sistema democrático moderno fue el conservador José Vicente Concha, en el año de 1914. Hasta 1930, el sistema político no recibió mayores reformas para incentivar la participación ciudadana. Con la llegada de la República Liberal (1930-1946), la democracia planteada en la Constitución de 1886 se reformuló con la intención de modernizar el sistema y expandir la participación de otros sectores de la sociedad colombiana, como es el caso de los campesinos y los obreros. Hasta 1953, el país defendió orgullosamente una tradición de democracia civilista, al menos durante el siglo XX, en comparación constante con otros países de Latinoamérica en los cuales habían tenido lugar golpes militares, dictaduras y cierre de las instituciones democráticas. Ese año, con la llegada del general Gustavo Rojas Pinilla al poder a raíz de la violencia desbordada que vivía el país, se instauró una dictadura militar que duró hasta 1957, momento en el que la junta militar tomó las riendas del gobierno para hacer una transición política, una vez más, hacia el sistema democrático.
Desde 1958 hasta 1974, se reinstauró el sistema democrático, pero controlado por el pacto del Frente Nacional, efectuado entre los dos partidos mayoritarios (Liberal y Conservador). En el pacto, representantes de ambos partidos acordaron la alternancia en el poder y la división de los cargos burocráticos, con el objeto de frenar los enfrentamientos violentos en el campo. Este período de la historia del país ha sido muy cuestionado por considerarse que no se ejerció la democracia en todo el sentido de la palabra. Sin embargo, al menos a nivel institucional existieron los mecanismos para la participación de amplios sectores de la población. Otros problemas efectivamente sí afectaron la participación política y la consolidación de un sistema democrático fuerte y verdaderamente representativo, por ejemplo, la burocratización de las instituciones estatales, la férrea oposición de los partidos tradicionales a la organización de nuevos partidos, las formas de política clientilista y la corrupción de varios sectores de las élites dirigentes.
A partir de 1974 se vuelve a elegir a los Presidentes mediante el uso del sufragio popular. Durante los años 80 y 90, el sistema político recibe críticas de varios sectores de la sociedad (movimientos sociales, académicos, organizaciones juveniles, guerrillas organizadas, el narcotráfico, etc). Con la Asamblea Constituyente de 1991, el país reformuló el sistema político y planteó una democracia representativa con varios mecanismos de participación popular. Este tipo de organización aseguró el sostenimiento de un sistema apoyado sobre tres ramas del poder público: la legislativa, la ejecutiva y la judicial.
Nuestra Constitución Política de 1991 establece desde su primer artículo que Colombia es una República democrática y participativa, está asumido el reto y el compromiso de promover la participación ciudadana en todos los espacios de la vida social. A través de toda una serie de herramientas consagradas en la Constitución y reguladas en las leyes nacionales, los colombianos podemos entablar una relación directa con las autoridades públicas, dar a conocer nuestras propuestas, presionar para que sean adoptadas, opinar sobre asuntos públicos, exigir el cumplimiento de las normas, vigilar la conducta de los dirigentes, tomar decisiones que nos afectan a todos o sancionar a los gobernantes que actúan de forma equivocada, entre otras formas de participación. Para ello, se han establecido una serie de mecanismos de participación que tienen la naturaleza de un derecho político fundamental, atribuido a todo ciudadano, con el objetivo de que cada uno pueda participar en la conformación, ejercicio y control del poder político.
parlamentarismo
| Presidencialismo | |
De acuerdo con Giovanni Sartori, el sistema presidencialtiene como principales características las siguientes: 1) el Presidente (que es jefe de Estado y de gobierno) es electo popularmente, 2) no puede ser retirado del cargo por decisión del Congreso, 3) encabeza el gobierno que designa y, 4) cuenta con la separación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En el contexto de México, Jorge Carpizo definió el presidencialismo -para distinguirlo del sistema presidencial- como el periodo en el cual el titular del poder Ejecutivo fungió como columna vertebral de todo el sistema político al adquirir facultades constitucionales y metaconstitucionales, al ser al mismo tiempo jefe de partido, influir en la integración de los poderes Judicial y Legislativo, ejercer control sobre los medios de comunicación, dirigir indirectamente los procesos electorales, participar con voz de calidad en el proceso para designar a su sucesor en la Presidencia, asumir facultades de designación y remoción de los gobernadores de los estados, entre otras.
las costumbres
Diversos climas y paisajes producen una enorme variedad cultural en Colombia, donde grupos étnicos, bailes, lenguas y eventos populares fuertemente arraigados reafirman la identidad del país. A esta oferta se suman museos y turismo comunitario, al igual que visitas a haciendas, parques y casas coloniales. De esta manera se percibe la verdadera atmósfera de muchos lugares.
un comité central
Cuerpo colegiado con carácter asesor de la Vicerrectoría de Investigaciones, definido por la Resolución Rectoral 005 y 007 de 2014, el cual está conformado por el vicerrector de investigaciones, el vicerrector de extensión o su delegado, un representante de los líderes de los grupos de investigación por cada área del conocimiento, un decano y los directores de investigaciones de las sedes de Cúcuta y Valledupar. Entre sus funciones están:
mercados y precios
Las personas y las empresas producen bienes (comida, ropa, maquinaria, casas, etc.) y realizan servicios (taxistas, mecánicos, abogados, médicos, bancos, etc.) que intentan vender al resto de la sociedad. Se produce un gran intercambio entre los que ofrecen esos bienes y servicios y quienes los solicitan, y se negocia un precio de intercambio. Según la presión compradora (demanda) o vendedora (oferta) en cada momento, el precio bajará o subirá. Por ejemplo, si este año ha habido una gran cosecha de trigo y el consumo es similar al del año anterior, sería lógico pensar que el trigo bajará de precio. Y al revés, si hay escasez de trigo su precio subirá. Las fuerzas de la oferta y la demanda de bienes y servicios inciden en la fluctuación de sus precios. El Estado regula el buen funcionamiento del mercado a través de las leyes mercantiles.
mercados y estado
Las relaciones entre el Estado y el mercado ocupan un capítulo importante en las ideologías políticas. Las izquierdas radicales tienden a anular el mercado y las ultraderechas a desconocer las facultades gubernativas del Estado sobre el mercado. Ambas posiciones son inconvenientes: la primera frena el dinamismo de la producción y la segunda afecta gravemente la equidad económica y la paz social. En la agenda del Estado megalómano no está la eficiencia productiva y en la del mercado no están la justicia social, la equidad, la solidaridad, la protección del medio ambiente ni el desarrollo humano. Con frecuencia se afirma que no hay democracia sin libre mercado. Esa es una argucia. En realidad, la democracia y el mercado no son necesariamente compatibles. Mientras la democracia busca la igualdad y la justicia como valores fundamentales del sistema social que auspicia, el mercado tiene otros objetivos y valores. La democracia acepta la diferencia de opiniones y de creencias pero no las diferencias económicas. La libertad de la democracia es distinta de la libertad del zorro en el gallinero que implanta el mercado. Para la democracia hay ciudadanos, para el mercado: consumidores. Los ciudadanos poseen los mismos derechos, en tanto que las prerrogativas de los consumidores dependen de su poder de compra. Estado y mercado tienen diferentes puntos de vista acerca de la distribución del poder político y del poder económico. La fe ciega en las bondades del mercado como rector de la economía condujo a la ausencia total de supervisión y regulación de la operación de la banca y de las entidades financieras, que ha terminado por producir sucesivas y profundas crisis globales a partir del 2008, extendidas por el planeta globalizado, y generar recesión económica, pérdida masiva de empleos, restricción del crédito, inestabilidad de los mercados, desconfianza de los inversionistas, baja de los niveles de consumo. Frente a la catástrofe que hoy sacude al mundo, los cultores del "laissez faire" y del abstencionismo estatal han tenido que volver sus ojos al Estado en busca de auxilio. Y, en lo que fue una dramática ironía de la vida económica del capitalismo globalizado, el regreso de John Maynard Keynes ha sido espectacular, con el renacimiento de sus tesis —cuya muerte fue decretada en los años 70 por los economistas del "thatcherismo" y la "reaganomics"—, que propugnaban la estimulación por el gobierno de la demanda y la reactivación de la actividad productiva por la base social, esto es, de abajo hacia arriba. Ante la crisis financiera global deben replantearse con toda claridad las relaciones entre el Estado y el mercado. Más exactamente: entre el Estado democrático y el mercado. Ir hacia un sistema de economía mixta que abra espacios para el sector público y el privado en las tareas del desarrollo.
Poniendo el poder en manos de los ciudadanos
Se utiliza el término democracia directa para describir formas particulares de manifestar una preferencia dentro de cualquier sistema democrático. Generalmente se le emplea para referirse a tres tipos distintos de votación:
Una característica común a estos mecanismos es que ponen el poder de decidir directamente en manos de los ciudadanos, y no en los representantes que han elegido. Por tanto, a menudo se intenta contraponer a la democracia directa con la democracia representativa, en la que los ciudadanos eligen a sus representantes para que ellos tomen las decisiones en su representación. En contraste, bajo la democracia directa, los electores toman sus propias decisiones sobre políticas o temas específicos.
Hay líneas de argumentación tanto a favor como en contra de la democracia directa. Sus defensores aducen que puede ayudar a reducir el “déficit democrático”, es decir, la pérdida de confianza e interés de los electores en los modelos tradicionales de democracia representativa. En este sentido, sostienen que al volver a poner el poder en manos de los electores, estos recobran el interés y juegan un papel más importante en los asuntos de gobierno, incrementando así la legitimidad de los sistemas democráticos.
En contraposición, sus críticos argumentan que socava y debilita la representatividad del gobierno, y que al colocar el poder en manos de los electores se pueden amenazar los derechos de las minorías. También afirman que muchos electores no tienen el conocimiento suficiente como para tomar una decisión informada sobre los temas puestos a consideración en un referendo, especialmente cuando se trata de temas constitucionales complicados. Por consiguiente, las campañas de información y educación al votante son cruciales en la democracia directa.
democracia representativa
Es el tipo de democracia en el que el poder político procede del pueblo pero no es ejercido por él sino por sus representantes elegidos por medio del voto.
El académico italiano Norberto Bobbio señala que históricamente se fue consolidando el modelo a partir de los movimientos constitucionalistas de las primeras décadas del siglo XIX a través de dos vertientes: 1) la ampliación del derecho al voto hasta llegar al sufragio universal y, 2) el avance del asociacionismo político que formó a los partidos políticos modernos. El paso de los regímenes monárquicos a los republicanos representó el arribo de la Democracia Representativa a través del mayor cargo del Estado bajo la figura de la Presidencia. De esta forma, es común que en los regímenes democráticos actuales se consideren una forma para ejercer el poder político democrático en sociedades de masas, argumentando que permite una decisión eficaz por un número suficientemente pequeño de personas en nombre del mayor número. La Constitución Política señala en los artículos 50, 51, 52, 53, 54 y 56 la esencia del sistema democrático-representativo para México. |








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